Según registros de la Biblioteca Municipal de Curridabat, para el año 1860 se estableció una escuela privada de primeras letras dirigida por doña Josefa Sánchez viuda de Carazo, quien permaneció algún tiempo ofreciendo excelentes condiciones educativas a quienes asistían. 

 

Años después, las cartaginesas Antonia y Josefa Gutiérrez, crearon otra escuela privada, a la que acudían las personas de más posibilidades económicas del pueblo.

 

Luego en 1887-1888 llegaron a Costa Rica don Milciades Cifuentes y doña Sara de Cifuentes, maestra normal, graduada en Colombia.

 

Era presidente de la Junta Escolar don Anselmo Céspedes quien, comprendiendo lo valioso de estas personas, pidió al Inspector de Escuelas, don Rafael Odio, les nombrara como maestros en el pueblo. Con ello, doña Sara dirigió la escuela de niñas y don Anselmo la de los varones.

 

A la escuela de niñas, doña Sara le dio el nombre de Liceo de Niñas (o Liceo de Curridabat) y abrió un prestigioso internado. A este llegaron señoras de diferentes lugares del país y se dieron lecciones de Pedagogía y aplicación de asignaturas especiales, enseñadas por personajes tan ilustres como don Alejandro Corona, Alejandro Monestel y Marco Fournier. Fue este liceo un constante centro cultural de la época, donde se cultivó el amor por la música, el estudio y dio una gran cosecha de maestros.

 

Al llegar el siglo XX Curridabat caminaba hacia el progreso. El primer ejemplo de ello fue la inauguración del edificio de la Escuela Juan Santamaría, donde años después también albergó al Colegio Curridabat.

 

Esta escuela fue construida donde antiguamente estaba el “Cabildo” o Casa Municipal, con grandes dependencias para oficinas y también la Cárcel Pública que estaba al oeste. La mayoría de los antepasados recuerdan cómo era ese lugar.

 

Por esa época un francés, que actuaba como cónsul, construyó lo que sería luego la Casa Cural, hoy la Escuela Social Juan XXIII.

 

Cuando se fue del país vendió la casa al pueblo y éste le ofreció a la Junta Edificadora para que ubicara allí la Escuela de Niñas, pero finalmente los mismos vecinos decidieron traspasarla a las temporalidades de la Parroquia. En 1918 se reedificó y desde ese momento fue la Casa Cural hasta que se construyó la actual.

 

Por lo comentado anteriormente, podemos establecer la cultura que ya poseía el pueblo de Curridabat, desde sus orígenes y que consolidaron las bases de la educación en nuestra población, las cuales se tornan sólidas desde  los inicios de su  historia y conforme avanzó nuestra vida nacional, la enseña avanzó con ella.

 

CATEGORIZACIÓN COMO ESCUELA DE EXCELENCIA 

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La escuela se ubica en el Distrito 01 del Cantón de Curridabat,  Según datos en la municipalidad del cantón, la institución tiene sus inicios en los años 1869, entonces la escuela se ubicaba frente al Parque y a un costado de la iglesia católica.  En 1965 se inaugura el edificio actual y se le da el nombre de “Escuela Juan Santamaría”  y en 1999 con el proyecto de las escuelas de excelencia pasa a llamarse “Escuela de Excelencia Juan Santamaría”.

 

Las Escuelas de Excelencia nacen como un proyecto del Ministerio de Educación que busca mejorar la calidad de educación y por ende la calidad de vida de los educandos.  Para ello se promueve una serie de actividades y de acciones que permiten la participación del Estado, la empresa privada, los gobiernos locales y la sociedad civil; que en conjunto deben propiciar una educación de excelencia, bajo el lema “Adopto una Escuela”.

 

El Estado por su parte brinda la filosofía en la que se fundamenta dicho plan, los programas de estudio y el personal responsable que llevará a cabo la tarea educativa. Otras dependencias del gobierno han contribuido con algunas donaciones de pintura para las aulas y fachadas de la institución.

 

La municipalidad, brinda algún tipo de material, según la necesidad del momento y la escuela pone la mano de obra, que es pagada a veces por la Junta de Educación, a veces por el Patronato Escolar. La empresa privada contribuye en la institución aportando material educativo y espacios de recreación según las necesidades de los mismos estudiantes.

 

En el año 2005 la Fundación Curridabat con su presidenta al frente Doña Irma de Terán, y con su proyecto de ayudar a las instituciones del cantón, ayuda que se da a partir de las necesidades detectadas por los mismos estudiantes se comprometió con la institución a mejorar parte de la infraestructura escolar, facilitando un ambiente placentero a la comunidad educativa. Los trabajos se hicieron en el patio trasero de la escuela.

 

Para el 2006, la Fundación continuó apoyando a la institución con un curso de Primeros Auxilios  dirigido al personal docente y administrativo y otro para estudiantes de cuarto grado que se encargarán de esparcir el mensaje a los demás estudiantes.

 

Para el año 2007, se construyó la zona de espera, para el 2008,  la zona de Evacuación y se inició la remodelación del Laboratorio de Informática Educativa, así como la construcción del Aula de Recurso, y la bodega.